Con todo y señora de vestido doñeril manos curtidas por su dedicación a la comida mexicana. Y en casito de barro.
Eso es, la Capirotada.
Cuando era pequeña creía que era una receta autentica de mi mamá, que eran un monton de ingredientes que sobraban y que ella nomás las metía en una cacerola y al freír los ingredientes arrasaba con la alacena. Es que a mi mamá a veces le dá por tomar los ingredientes que se estan haciendo feitos y los mete en una cacerola. Grandes comidas han sido creadas por eso. Como la sopa de Duende, la cual solo se come cuando tu madre te mira con cara de loca cuchillo en mano. La sopa de Duende es queso amarillo sandwich y jalapeño. Además de los clásicos de la comida de mi madre como son el tomate, la cebolla y ajos. No sabe mal.
Por esa mania creía que la Capirotada era invento de mi madre hasta que un día la mamá de mi Pocha me ofreció Capirotada, creía yo que mi madre le habia regalado hasta que me la ofreció con leche y es así como entendí que Durango es más mierda por hacerle eso a la capirotada. En mis años juveniles no creía en la leche sin chocolate, menos en la leche sobre Capirotada.
¿Entonces? La capirotada es una mezcla de cacahuetes, uvas pasas, fruta seca, clavos de olor, queso y pan algunas de esas cosas fritas y metidas a un horno. Todo un postre.
El pedo de la comida mexicana es que, es bien sabrosa, bien rica, picante y llena de sabor. Pero prepararla me provoca mucha flojera. Como las enchiladas y esas cosas. Y a veces duele prepararlas, como los sopes. Esas madres tan simples que son tienes que hacer la ruedita de masa y ponerla en el comal, luego ya que la sabiduria doñeril te lo advierte, la sacas y estando todavía caliente le tienes que hacer el bordito con los dedos. Duele. Pero me gusta hacerlo. Además como yo soy como subchef en mi casa, pues me toca hacer todas esas cosas. Eso y picar la verdura y hierbas, por eso me sale bonito cuando pico esas cosas.
Dicen que soy buena para dar piojito. Tambien dicen que suelo insinuarmele a la gente. Yo no me doy cuenta, que hasta mis caricias son sexosas... pero yo lo hago sin querer.
-Sara Ache
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