viernes, 27 de febrero de 2009

The Maccabees.

Cuando tenia entre 9 y 11 años habia 2 cosas que regian mi vida: Cristo Nuestro Señor y el "Chile". Lo de Cristo es obvio. Ignorada por mi familia, me entregue a las manos de Cristo Nuestro Señor pues vivía frente a una iglesia. Fuí taan fans de Cristo Nuestro Señor que por mucho tiempo olvide las canciones de Chayanne, La Orejan de Van Gogh y otros que salian en la radio para sustituirlas por canciones que cantabamos en la misa y en el catecismo, que ahora sé que se las roban de los señores ruibiorosados de las iglesias cristianas. Fui tan apegada a Cristo Nuestro Señor que incluso convertí a 5 mentecatas mentecitas a unirsele al ejercito de Cristo Nuestro Señor. Amén.

Fue en la iglesia donde conocí el "Chile". Un señor vendía en inviernos diversas frutas picadas y en verano, paletas de distintos sabores. Entre las paletas de distintos sabores habia una, completamente azul, a la que yo denominaba Suavitel, por el gran parecido que yo le daba con el color del suavitel. Tiempo despues caí en cuenta de que era mora azul. Nunca lo hubiera creido si no fuera por que mi madre nunca dejaba que yo engañara a mi paladar con dulces baratos que creian ser de sabores como fresa, platano o mora azul. Gracias má. -¿Veeen? puedo hablar bien de mi madre.- Pues bien, siendo invierno o verano, el siempre cargaba en su carrito churritos. Los que bañaba con la más deliciosa Salsa. Cuando tenia entre 9 y 11 años, nunca podía acabarme la salsa pues me provocaba dolores de panza, pero que deliciosa es. Cuando crecí y cuando sentí que era innecesario seguir yendo a misa pues hacia mucho que había dejado de creer en Cristo Nuestro Señor, deje de saber que con tal señor que vendía ran deliciosa salsa.

Hace poco iba yo por la calle y me haye a tal buen señor. Me tardé en reconocerlo. Antes, viejo pero con fuerzas llevaba su mercancia en un carrito de madera cuando era invierno y vendía fruta picada. Pero se habia vuelto más viejo y ya no podía llevar su mercancía en ese pesado carrito, así que lo hacia en un triste carrito de supermercado. Corrí hacía él. Le pedí unos churritos con salsa. Y con toda emoción en mi voz:
-Cuando era niña me encantaba su salsa ¿Cómo la prepara?
Yo esperaba la más laboriosa receta, una que fuera la metafora perfecta de la Verdad de la Vida.
-Chile en polvo con salsa de botella. Y mucho limon.

De ahí sé que la El Limon es la Verdad de la vida. Me gusta mucho el limón.


De nueva cuenta he descargado Last.fm . Por algun extraño motivo despues de la última reseteada no lo habia instalado. Por algo sentía que mi vida no estaba completa. Si cuando me aburro de todo y ni la música puede hacerme senir mejor, yo escuchaba todo lo que la radio de Last.Fm me ofrecia. Y siempre, al menos, encontraba una canción, una banda que me hiciera feliz. Hoy es esta:





-Sara Ache

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