viernes, 13 de febrero de 2009

Escrito

Por muchos años había sido disciplinado por las maestras del flirteo, sus hermanas. Le enseñaron a bailar. A combinar ropa. A usar correctamente un desororante, a saber como abordar con una plática que durará mucho, que las hiciera sentir como su rostro formaba una sonrisa que no se podian quitar. Aprendió a conquistar con una sonrisa.
Cada que salía, cada que les decia Adios, nos vemos luego y cerraba la puerta, las hermanas estaban orgullosas. Por que a ellas, no tan agraciadas, no tan agradables, no tan pláticadoras, nunca habian sido invitadas a salir. A ninguna de las 3. Y nunca hayaban una respuesta a la eterna pregunta ¿Y a mi cuándo me invitará alguien?. Por eso lo crearon así, por que nunca salieron o saldrían con alguien.
Por eso cuando se enteraron de que su hermano, el guapo de la escuela, el hombre bueno y atento era homosexual se alegraron. Ya tenian algo parecido a una respuesta.

No hay comentarios: